¿Sostenibilidad hotelera? El reto del sector para reducir consumo de agua, energía y productos químicos
Cada vez más viajeros internacionales buscan alojamientos que demuestren una sostenibilidad real.
En el contexto del boom turístico que vive el país —con más de 6.6 millones de visitantes en 2024—, ciudades clave de la Región Caribe como Barranquilla, Cartagena y Santa Marta enfrentan un reto de sostenibilidad crucial en su sector hotelero: el consumo masivo de agua y energía en sus operaciones de lavandería.
Aunque el informe destaca que los hoteles en Bogotá consumían un promedio de 6,8 millones de litros de agua diarios antes del racionamiento, lo que equivale al 1,77 % del consumo total de la ciudad, este problema se replica en la Costa Caribe, donde la alta demanda turística ejerce una presión significativa sobre los recursos naturales y la infraestructura local.
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La lavandería: el "costo oculto" de la hotelería
Detrás del confort de los hoteles, el proceso de lavandería es uno de los mayores focos de impacto ambiental y costos operativos. Este proceso no solo consume grandes volúmenes de agua, sino también energía y productos químicos.
Constanza López, líder de División Institucional para Latinoamérica Sur de Ecolab, resaltó que la modernización es estratégica, especialmente en ciudades de alto tráfico.
"El crecimiento del turismo exige que los hoteles modernicen sus operaciones. Las soluciones que equilibran calidad de limpieza y reducción de recursos se vuelven estratégicas", aseguró.

Las expectativas del turista moderno son otro factor de presión. Los viajeros internacionales buscan cada vez más alojamientos que demuestren una sostenibilidad real, más allá del discurso.
Esto convierte la responsabilidad ambiental en un estándar de competitividad clave para el sector hotelero.
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Innovación y eficiencia
Para que los hoteles en Barranquilla y el Caribe en general aseguren su resiliencia operativa y reputación, deben según López, adoptar soluciones integrales centradas en tecnología:
* Contar con detergentes óptimos para la ropa: utilizar sistemas automáticos y productos diseñados para operar en menor concentración —como detergentes formulados sin fosfatos ni APE/NPE— que ofrecen eficacia en manchas difíciles, ciclos más cortos y reducción en el consumo de agua y energía.
* Ajustar las temperaturas y tiempos de lavado: temperaturas moderadas, combinadas con químicos de alto desempeño, permiten buenos niveles de limpieza sin necesidad de calor excesivo o ciclos prolongados, reduciendo energía y desgaste de telas.
* Brindar mantenimiento regular de equipos: lavadoras, secadoras, calderas y sistemas de tratamiento de agua deben estar en óptimo estado. Tecnologías como 3D ayudan a evitar incrustaciones, corrosión y sobreconsumo.
* Optimizar cargas y frecuencia de lavado: evitar cargas pequeñas, sincronizar la frecuencia con la demanda real y promover políticas de reutilización de toallas y sábanas puede reducir significativamente volúmenes de agua, químicos y energía.

Expertos coinciden en que los hoteleros necesitan adoptar soluciones integrales: "modernizar equipos, optimizar procesos, educar al personal y a los huéspedes. No se trata solo de reducir costos, sino de asegurar legado, reputación y resiliencia operativa", explica el informe de Ecolab.
La presión por el uso eficiente del agua y la energía seguirá aumentando en el país. Los hoteles que inviertan en soluciones responsables no solo reducirán sus costos operativos, sino que también se posicionarán como líderes de una nueva era del turismo sostenible.